martes, 29 de junio de 2010

Algo diferente



Siempre suelo escribir como si esto fuera un diario... esta vez haré algo diferente, me vino la inspiración y quise probar con un poco de... ¿poesía?, ¿literatura? ni yo mismo lo se. En fin, no tengo mucho de que hablar, así que... aquí dejo el escrito.
"Quiero hablaros de una vieja amiga, la verdad es que ya no me acuerdo de cuándo la conocí, creo que fue desde la primera vez que me sentí afligido, sin saber de dónde, ella apareció, me llamó y me consoló.
Desde entonces se convirtió en mi confidente, ella es quien mejor me conoce, a ella le he confesado todo y conoce todos mis secretos.
Es una mujer especial, la conozco desde hace tantos años y siempre está igual, es alta, con una lisa melena negra, al igual que su amplio vestido oscuro, que contrasta con su pálida cara, parecida a la de una bella muñeca de porcelana, con unos ojos negros que me absorben.
Siempre que tengo un problema acudo a ella, la mayoría de veces es porque la gente me falla o sufro algún desengaño, es quien siempre me ve llorar, siempre me da la razón, me arropa entre su vestido y acaricia mi pecho con su fría mano refrescándome el corazón antes calentado por las pasiones. Por desgracia, al exponerme a su abrazo es capaz de llegar llegar a enfriarme demasiado el corazón y congelar mis sentimientos, volviéndome así en alguien apático, ya que cada vez que me cito con ella me atrae más y más y rechazo estar con ninguna otra persona.
Por supuesto, su compañía parece apaciguarme, pero a cambio me deja una extraña sensación de vacío que sería incapaz de describir.
El tiempo parece pararse cuando estoy con ella, aunque la verdad es que cuando se aleja me doy cuenta de que el tiempo ha pasado y no puedo evitar sentir que todo ese tiempo podría considerarse perdido.
La culpa me invade cada vez que me doy cuenta del tiempo que he pasado con ella, pues nadie me aconseja su compañía, dicen que es mala, todos lo dicen, a pesar del consuelo que me ofrece, consuelo fácil y al final... vacío, pero consuelo al fin y al cabo.
Ahora que soy consciente de todo el tiempo que le he dedicado, intento citarme cada vez menos con ella, no creáis que es un gesto cruel darle de lado, más cruel considero el haber dejado de lado a tantas personas sólo por estar con ella, quejándome de todo y abusando de sus caricias de escarcha.
Al final, he podido comprobar que su compañía es tentadora pero deja estragos...
¿Todavía no sabes de quién estoy hablando? Se llama Soledad, ¿Te ha visitado alguna vez?"

martes, 8 de junio de 2010

Adaptación



Sigo sin saber qué es este vacío que me intranquiliza, pero no puedo estancarme, la adaptación es algo en lo que nos hacen hincapié durante nuestro estudio del ninpo, tengo que hacer uso de ella en vez de quejarme tanto...

Hace poco recibí unas palmaditas en la espalda de mi maestro, fue un pequeño gesto durante un entrenamiento. Son adictivas, cuidado con la ambición.